Manifiesto de Machala 10-11 junio 2009

EL AGUA NO SE VENDE
EL AGUA NO SE PRIVATIZA
EL AGUA SE DEFIENDE

En la ciudad de Machala, se realizaron dos foros de organizaciones sociales por la defensa del agua.
El día 10 de junio se auto convocaron 29 organizaciones de mujeres de varias provincias del país, y con la presencia de 80 delegadas se trabajaron las problemáticas en el uso acceso, control y contaminación del agua que afectan de manera directa a las mujeres campesinas, usuarias del manglar, pescadoras, trabajadoras del agro negocio, trabajadoras en general, mujeres de los sectores urbano-marginales.

A esta convocatoria, el día 11 de junio se sumaron 23 organizaciones mixtas, consiguiendo un grupo de más de 100 personas diversas que aunamos esfuerzos para tener una mirada integral de la problemática del agua y las propuestas desde las organizaciones.

Las discusiones se encaminaron a fortalecer los “mandamientos del agua”, documento construido por el movimiento indígena y también a delinear las acciones que permitirán articular a las organizaciones y poblaciones del campo y la ciudad; de la sierra y la costa y amazonía; de los usuarios de riego y usuarios de agua para consumo humano.

Creemos que es urgente construir miradas integrales sobre el agua, el agua no es un recurso solamente, es vida para las comunidades, pueblos, hombres y mujeres de todo el país. Para hacer efectivo el acceso al agua como derecho humano y fundamental para todos y todas es necesario profundizar la lucha contra el modelo neoliberal y capitalista que mercantiliza la vida y la naturaleza. Exigir la justicia hídrica está directamente a con forma de hacer economía, a otra forma de relacionarnos entre hombres y mujeres.

Observamos que la concentración y acaparamiento de tierra y agua es un proceso que lejos de detenerse, sigue incrementándose de manera vertiginosa, a través de mecanismos abusivos y violentos en contra de las comunidades, pueblos y organizaciones tanto en el campo como en la ciudad.

Este es el momento para detener la contaminación del agua generada por el mal manejo de los desechos sólidos y líquidos, por la explotación minera y petrolera.

La gestión pública del agua hasta ahora ha sido caótica y signada por la corrupción y falta de planificación. No existe una institucionalidad única que norme la utilización del recurso siguiendo los mandatos constitucionales, además las instancias de decisión no recogen la participación activa de los y las usuarias del agua.

Mientras por otro lado desde el Estado se ha fortalecido la fragmentación y la división de las organizaciones sociales, a la vez que nuestras organizaciones tampoco han logrado fortalecer los procesos de unidad y articulación entre nosotras.

Exigimos al gobierno:

1. Agua en nuestras casas y comunidades, suficiente y de calidad para el consumo humano, sin contaminación, potabilizada.
2. Agua en cantidades suficientes para los usos diarios de todas y todos.
3. Que el Estado garantice un mínimo vital de consumo subsidiado para las familias y las comunidades. Para ello se reglamente las medidas y tarifas de acuerdo con lo planteado en el “mandato del agua”. Las tarifas sean parte del presupuesto fiscal diferenciado entre ciudad y campo, la tarifa debe ser sobre el consumo básico y este consumo básico sea tomado en cuenta en el presupuesto fiscal.
4. Que el Estado garantice el agua de riego para la pequeña y mediana producción, así familiar y comunitaria en el campo y en la ciudad.
5. Que el Estado garantice el cese inmediato de todos los procesos de contaminación provocados por el agroindustria, actividad minera y petrolera, pesca industrial.
6. Que se garantice el tratamiento de aguas servidas, desechos contaminantes arrojados a los ríos y mares, que son fuente de vida y de trabajo de las poblaciones aledañas.
7. Que el Estado destine un fondo para la investigación y remediación de los daños por contaminación al agua y específicamente en las consecuencias perjudiciales provocadas en la salud sexual y reproductiva de las mujeres.
8. Que el fondo Nacional del Agua propuesto en el “mandato del agua” destine recursos para proyectos alternativos para las comunidades que viven en las fuentes de agua.
9. Que el Estado reconozca el trabajo de las mujeres para la conservación, manejo y cuidado del agua en las familias y las comunidades.
10. Que se garantice la recuperación y remediación de los ecosistemas agua dulce, agua del mar y de los estuarios que son espacios de trabajo para las poblaciones aledañas y mujeres.
11. Sobre la institucionalidad: el Consejo plurinacional del agua que esté constituido por representantes de organizaciones a nivel local, regional, nacional, con equidad y enfoque de género, y de manera paritaria e intercultural. Este Consejo Plurinacional del Agua tenga capacidad de regular y sancionar

A las organizaciones del campo y la ciudad:

Esta es la hora de la unidad, de articular nuestros esfuerzos. La historia nos demuestra que los sectores populares consiguen sus reivindicaciones solo con la movilización y protesta.

Llamamos a autoconvocarnos entre todos y todas, en el campo y la ciudad; en el páramo y en el manglar; en el campo y en el mar.